Resurrección: La historia del Zombie E28

El coche que veis sobre estas líneas es el resultado de una larga historia que tienen como protagonista a Mike Burroughs y su precioso BMW E28 del '89 que adquirió en 2007.

El proyecto empezó con la idea de crear un E28 de un estilo muy fino, sobrio y con la carrocería bien pegada al suelo. El objetivo parecía sencillo y al llevarse a cabo resultó ser tremendamente efectivo, llamando la atención de numerosas revistas.


Poco a poco el estilo Rat fue seduciendo a Mike que, ni corto ni perzoso, consiguió otro capó que oxidó completamente para que hiciera destacar aún más a su E28.

Desgraciadamente llegó el día que nadie puede desear, el BMW sufrió un accidente y quedó mal herido, era necesario una reparación urgente... y costosa. Era una putada, pero Mike la convirtió en una oportunidad que aprovechó muy bien.








Con el veneno del Rat Look corriendo ya por sus venas, Mike lo vio claro, "voy a convertirlo en un auténtico Rat". Y el resultado fue espectacular, uno de los BMWs que más portadas se ha llevado, siendo noticia y disfrutando de una segunda "juventud". Si te fijas bien, verás que el golpe del parabrisas aún sigue ahí, vacilando de cicatrices. Uno de los atractivos de esta modificación es el contraste entre óxido total de la carrocería con el cromo brillante y limpio de las llantas BBS nuevecitas y casi rozando con el paso de rueda.

Puede parecer raro, pero esta preparación tan extrema no sació el apetito de Mike, buscaba algo mucho mas radical y llamativo, un auténtico descolluntacuellos, que consiga que todo el mundo lo mire mientras pasa y que sea el protagonista de todo evento al que asiste.

Lo primero fue hacerlo más macarra y agresivo. Magnífica la idea de pintarle un la boca y los ojos al más puro estilo nose art. El Top Chop (o techo rebajado) suena arriesgado en un coche de los años 80-90 (por la estética principalmente), pero la gloria es para los valientes y si no mira que bien le sienta. El añadido delantero del spoiler y las llantas con núcleo dorado dan el toque extravagante justo, se integran perfectamente con la preparación. Los últimos detalles y que solo son visibles en las noches más extremas, son los tacos de titanio puestos en la arte trasera del chasis que, al rozar con el suelo a gran velocidad, iluminan la calzada con las numerosas chispas que producen. Simplemente espectacular.

P.D.: Todas las fotos son de Mike Burroughs, de Stance Works.