lunes, 28 de noviembre de 2011

Jesse James. Esta es su historia (Parte II)



En la anterior entrega dejamos a Jesse James intimidando a sus clientes morosos en un intento de sanear las cuentas de su joven negocio. Jesse hacía deporte cada mañana y después se quedaba en el garaje hasta estar agotado, bajo el sonido del punk rock que escuchaba a todo volumen. "Como bien, voy al gimnasio cada mañana y trabajo 12 horas al día. Nadie me va a hacer ningún regalo".




La clientela iba creciendo y cada vez se equipaba mejor, recuperaba enormes máquinas del siglo pasado para trabajar la chapa y contaba con las máquinas de soldar más sofisticadas. Trabajaba con láser, pero daba forma a sus depósitos con el martillo. Usaba el aluminio en sus motos para realizar detalles kitsch, como los filtros en forma de as de picas con la delicada inscripción "fuck-off". El ensamblaje es preciso, las pinturas vivas, y las telas de araña o la cruz de guerra siempre están presentes en sus transformaciones. sus chop deben su aspecto amenazante tanto a sus grandes motores como a un sentido de la estética coherente.


Quemaduras y cicatrices son el testimonio de su recorrido; los tatuajes, que poco a poco invaden su brazo desde los puños hasta el cuello, dicen mucho de su historia. Su imagen agresiva ha nacido sobre la carretera. En un mundo en el que predominan las apariencias, Jesse comienza a tener éxito.

Entre los clientes de Jesse James podemos ( o podíamos encontrar, ya que por culpa de la crisis, West Coast Choppers ha perdido muchos clientes) todo tipo de gente: desde los que coleccionan motos como obras de arte, actores (como Brad Pitt), estrellas de Rock (James Hetfield), industriales afortunados y chicos que esperan salir de prisión en breve. Los Ángeles se alimenta de estas contradicciones, y Jesse, como el resto, viaja sobre el filo de la navaja. West Coast Choppers estaba triunfando, y junto a su firma de ropa, Jesse, veía como lo que había construido estaba despegando.

"En 1992 me dijeron que iba a fracasar en un mes. Por el momento me va bien..."


Su imagen es la de un ganador,monopoliza la escena norteamericana. Pero en el año 2000 todo se fue a pique, se divorció y pese a estar casi en la bancarrota, se puso a trabajar más que nunca, explotando a fondo su don de creación. Siguió luchando hasta que un buen día conoció a Thom Brees, un productor de televisión, buscaba un personaje clave para un documental sobre el mundo del chopper. Cuando entró en el taller de Long Beach, entre pitbulls y monstruos mecánicos, comprendió que había encontrado a su hombre.

El rodaje y la emisión de Motorcycle mania supuso un gran éxito para Discovery Channel y pronto le pusieron sobre le mesa una oferta para ser el presentador y protagonista de Monster Garage. esto supuso un éxito aún mayor, y las cifras del taller mejoraron escandalosa mente. Numerosos clientes se agolpaban a sus puertas y no les importaba esperar hasta 18 meses por tener una chopper con el sello de Jesse James, que se permitió echar fuera de su taller a fred Durst de los Limp Bizkit cuando intentó evitar la espera comprándole: "Yo hago motos exclusivamente para la gente que me cae bien". Por muchos premios que haya recibido, el que más enorgullece a este grandullón es el de "Soldador del año". Ya que el se considera un currante más, un soldador con mucha suerte. 



Hasta la fecha, West Coast Choppers ha seguido operando desde Long Beach, apoyando el negocio de las motos a medida con su creciente y exitosa firma de ropa. El camino esta lleno de piedras para Jesse, ya que a las crisis económicas (que se ceban con el sector de las motos y coches perzonalizados) se le suman varios problemas en su vida privada que afectan en la vida del taller. A pesar de todo todavía sigue al pie del cañón.




1 comentario:

  1. Se ha convertido en una estrella e ídolo americano a pesar de tener un carácter difícil y un fuerte temperamento que le ha ocasionado más de un problemilla en el mundo del espectáculo. Pero supongo que es su forma de ser, no se esfuerza por gustar al público, el es como es y punto.

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