martes, 8 de noviembre de 2011

Diesel Rat Rod, el azote de los ecologistas


Lo que quita el sueño a los tipos de Greenpeace no son los barcos balleneros ni los desalmados que no acertamos a tirar el brik de leche en el cubo correcto. Sus auténticos y odiados enemigos son los tíos como Steve Darnell y su equipo de fabricacion, conocido como Welderup.




Darnell y sus compañeros de fatigas se debieron de hartar de la flora y fauna que rodeaba su taller de Montana y decidieron traer desde el infierno a este Dodge de 1928. Reconstruido con piezas antiguas de maquinaria agrícola y convertido en un Rat Rod no deja indiferente a nadie, o lo amas o lo odias. Esa linea que separa el amor del odio hacia este bólido es su enorme motor turbodiesel, procedente de una camioneta Dodge de 1998 y que esta equipado con dos turbos, que soplan que da gusto. Al dar gas, el Dodge, escupe por su chimenea un humo tan negro que oscurece el Sol, un humo que parece acercarnos un poco mas al fin del mundo.


Gracias a este peculiar motor, Steve Darnell, ha conseguido que su coche desarrolle unos 700hp de potencia junto con un par motor acojonante, y que, con un par de chutes de oxido nitroso es capaz de hacer el cuarto de milla en unos 11.90 segundos, una cifra nada despreciable para un coche oxidado. Según el equipo de Welderup, cuando le cambien la caja de cambios por una de mejores prestaciones y le equipen gomas lisas, podrán bajar el tiempo hasta los 10 segundos, impresionante!








El Dodge esta lleno de detalles sorprendentes, como por ejemplo la manivela en el lateral para arrancar el enfermizo motor que da vida a esta bestia. Poniendo la llave en el contacto y girando de ella el humo comienza a salir y el motor diesel ruge con su particular sonido. En el exterior destaca también el Top Chop, y es que el techo esta rebajado unas 4 pulgadas. Además esta equipado con una suspension neumática que regula la altura del chasis pudiéndolo dejar rozando el suelo o subiendo la altura para superar los obstáculos de las vías publicas, ya que este cacharro rueda casi a diario. Detalles como los enormes pistones en la parte trasera no pasan desapercibidos y lo hacen mucho mas autentico.


















El interior tampoco nos deja indiferentes. El salpicadero de metal con los bordes oxidados, tal como reza la religión del Rat Look, y los asientos tipo baquets desnudos, sin acolchar, solo con la estructura de metal a la vista. La palanca para meter la marcha que sale de ese enorme tubo central de la transmisión y la poca altura del techo, que obliga a ir con el asiento pegado al suelo son aspectos que llaman mucho la atención. Por otra parte el hecho de tener las botellas de oxido nitroso justo de tras de la cabeza nos incita apretar el botón rojo para salir como alma que lleva al diablo. Sin duda uno de los coches mas auténticos que ruedan por las carreteras.





¡ALTO! Si eres una de esas personas que siente remordimientos cada vez que sale en el telediario el tema del calentamiento global o el excesivo consumo de combustible y se lamenta del ser humano, no mires los siguientes vídeos, es por tu bien.




P.D.: Las fotos han sido obtenidas de My ride is me y de Allan McDonald

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