sábado, 19 de noviembre de 2011

Lili St. Cyr, Reina del Burlesque

De la insinuación al strip-tease









Lily St. Cyr fue conocida como la reina de las strippers en aquellos tiempos en los que quitarse la ropa frente a un público suponía un atrevimiento capaz de sonrojar hasta a los más pillos. Esta guapérrima rubia fue de las primeras artistas que cambiaron los teatros por los night clubs ya que, según ella, poseían el ambiente más propicio para los shows de strip-tease. Y fue así como surgió de repente el burlesque, un espectáculo erótico que actualmente está volviendo a vivir una nueva edad dorada.





Su explosiva belleza y sus larguísimas piernas le abrieron las puertas inmediatamente al show business hollywoodiense, empezando por películas de bajo presupuesto cuyos puntos fuertes eran los sensuales y exóticos bailes de St. Cyr. Más tarde, y por motivos de supervivencia, acabó en los clubs de strip-tease, en los que ganó una inmensa popularidad en muy poco tiempo entre los ambientes más turbulentos. Su arte a la hora de quitarse la ropa supuso una revolución en cuanto al destape que, hasta aquel entonces, se había tratado de un ejercicio inocente consistente en desnudar el cuerpo femenino de forma extremadamente sutil, desorbitando la imaginación del que lo contempla más que mostrando.


En otro de sus famosos números llamado "Bubble Bath" aparecía retozando en una bañera de espuma. Cuando salía del baño, estaba completamente desnuda... salvo por las burbujas que recubrían su sexo. Hoy en día ha sido Dita Von Teese la que ha recuperado este número, sustituyendo la bañera por una copa de Martini:


Nuestra piernas-largas en pleno espectáculo


La versión aún más calenturienta de Dita: 





Estos números alteraron la libido del hombre americano durante las décadas de los 40 y 50, precisamente cuando el conservadurismo y el American Way estadounidense se comenzaban a imponer. Este hecho no mermó en lo más mínimo la fantasía erótica que Lily que siguió ofreciendo, sacando nuevos números como "La suicida", en la que intentaba cortejar a un amante tímido ofreciéndole su voluptuoso cuerpo, o "La diosa de la selva", en la que simulaba hacer el amor con un loro.


Precisamente estos dos últimos numeritos acabaron con la paciencia de la moral más conservadora y Lili St. Cyr fue arrestada y acusada de "conducta inmoral, obscenidad e indecencia". El clero condenó su espectáculo declarando que "dondequiera que bailase, el teatro parece apestar con el vergonzoso olor del frenesí sexual". 


Por lo que respecta a su vida privada, se rumorea que en sus acercamientos sexuales se vieron partícipes personajes tan célebres como Sinatra, Elvis, Jerry Lee Lewis, Sammy Davis Jr., Marlon Brando y Chuck Berry. También es un hecho su extrema afición por la bebida, por las fiestas hasta bien entrada la madrugada y por su inusitada atracción por provocar peleas, ya que era una mujer con un carácter incorregible y provocador.












A estas alturas es evidente la gran influencia que Lily St. Cyr ha tenido y tiene en el desnudo femenino. Actrices como Marilyn Monroe y futuras pin-ups como Betty Page o Dita Von Teese le deben buena parte de su imagen y maneras. Y es que esta Venus rubia revolucionó el concepto de strip-tease, descubriendo una nueva sexualidad en tiempos de castidad, pero al mismo tiempo elevándolo hasta las esferas del arte.


Os dejo con una audición en la que se evidencia la facilidad de esta rubia para moverse, despojarse de la ropa y seducir al público.




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