The Real McKenzies en Rock City

Ayer los canadienses The Real McKenzies aterrizaron en Valencia dentro de su recién estrenada Christmas Tour y el resultado fue una noche de locura, música celta, gaitas, alcohol y kilts de cuadros. Esta banda punk con espíritu puramente escocés de la que ya hablamos en anteriores posts hicieron temblar las paredes de la sala Rock City, situada en Almácera, cerca de Valencia.

Reinterpretando viejas canciones de la tradición escocesa en clave punk, este grupo de hombres ataviados con faldas, calcetines altos, boinas y las clásicas riñoneras versión Highlands, consiguieron la euforia colectiva del público en una noche que ya olía a éxito nada más abrir las puertas. Los valencianos Spin-Off fueron los encargados de caldear el ambiente, con un crudo sonido hardcore y su buen humor.

Una vez se colocaron todos en el escenario, las luces se atenuaron y la actuación comenzó con una intro de aires solemnes que hacia pensar en las antiguas tradiciones del folklore celta. Pero tanta seriedad no duró mucho. Los ritmos punks se imponían la mayoría de las veces a las gaitas, con unas letras que hablaban de canallas y maleantes, tradiciones etílicas e historias de injusticias y desamores. El sonido impecable de la sala y la fuerza natural del grupo hicieron el resto.

La banda, que está pasando las navidades en tierras españolas, parecía cómoda ante el continuo griterío del público llegando a ofrecer cerveza a los que no perdieron la oportunidad, todo ello dentro de una vorágine de alcohol, estampados tartán y ritmos frenéticos. Me veo obligada a desmentir la creencia popular de que bajo el kilt no debe llevarse ropa interior, ya que no hay ninguna norma establecida al respecto. Aunque en el caso de estos pseudo-esoceses pudimos comprobar en demasiadas ocasiones que la norma para ellos es totalmente válida.

En general, un gran concierto a manos de un grupo que controla tanto el espectáculo y el don de gentes como la extrema profesionalidad característica de todas aquellas bandas que tienen la carretera y las salas de conciertos como verdadero hogar.

Próximamente... todas las foto del concierto. ¡Y feliz año nuevo!